Lo que nunca te pude decir...

Me cuesta mucho hablar de mis sentimientos, pero se que escribirlos es más fácil que hablarlos. Hay veces en las que no sé cómo me siento hasta que lo escribo.

He estado pensando en todas las estupideces que he hecho en mi vida y solo me arrepiento de una, de haber esperado tanto a alguien, de haber buscado tanto, de haberme perdido y que al final no llegara nada. Mis últimas decisiones importantes las tome al azar, mi carrera, la escuela; y es curioso como la vida solita te obliga a “escoger” lo que debías escoger. No me arrepiento de mis decisiones al azar.

Me acorde del día del temblor el otro día, y pensé: si el día de hoy temblara otra vez ¿de qué me arrepentiría? Y me arrepentiría de haber intentado ser indiferente contigo, de enojarme por tonterías, de no decirte lo mucho que me importas, lo mucho que te quiero, lo que me duele, de verte y no poder salir corriendo a abrazarte, de ir y hablar contigo, de decirte cuánto te extraño, me arrepentiría de fingir que no me importas, que nada me lastima, que estoy bien, porque yo sé que no es cierto. Pero me da miedo mostrarte tanto de lo que siento por ti.

Nunca me arrepentiría de conocerte porque me cambiaste la vida sin querer; gracias a ti pude acabar con una mala costumbre, que fue una de las mejores decisiones que pude tomar. No espero que algún día sepas todo esto y quizás nunca lo sepas, pero si el viento lleva mensajes, que te lleve todo lo que yo no te pude decir.