top of page

Explicándole el amor al Amor

  • Foto del escritor: Carolina Celayo.
    Carolina Celayo.
  • 9 jul 2019
  • 2 Min. de lectura

Hay muchas historias de gente que se a visto cara a cara con la muerte, con la soledad, con la tristeza. Pero un día yo me topé cara a cara con el amor.

El aire era cálido, del tipo que te gusta como se siente cuando traspasa tu ropa e invade tu piel, se podían ver en las hojas las pequeñas gotas de rocío, y si prestabas atención podías ver como las nubes cambiaban de posición después de un tiempo.

Tenía mi playlist en aleatorio y por poco no lo veo llegar, se sentó tan silenciosamente a mi lado que me costó unos minutos notar su presencia. Como cuando un extraño está cerca de ti y te sientes en peligro, me aferre a las pocas cosas que tenia y le puse las chapas a las puertas, no dejando entrar y no dejando salir. Pero, tal y como pasa en la guerra, a veces la armadura no es suficiente.

Fue la plática más dulce que he tenido, fue como estar en casa calientita una tarde lluviosa. Se sintió como la brisa del mar cuando estás en la costa, tal vez similar a lo que sientes cuando tu avión está apunto de despegar, e incluso parecido a la sensación que tienes cuando estás en la pendiente de la montaña rusa y bajas.

Nunca nos habíamos visto; nos habíamos confundido en otros tiempos, en otras personas, quizá en otras vidas. Pero ahí estábamos, uno frente al otro, como si todo lo que habías querido en la vida se te pudiera enfrente y no supieras ni así que es exactamente lo que estabas buscando. Era parecido a lo que ven los recién nacidos, tienen los ojos siempre tan abiertos, pero prácticamente no ven nada.

Las palabras empezaron a brotar de la misma forma que brotan los capullos de las flores en primavera, lentamente hasta que te encuentras con todo un jardín... las palabras empezaron a ocupar todos los silencios, y poco a poco las chapas de las puertas fueron desapareciendo, para cuando me había dado cuenta, muchas cosas habían entrado, pero muchas cosas se habían ido también. No las extrañé en lo absoluto.

Después se volteó hacia mi y me dijo su nombre. El Amor me tomo la mano y se quedó en silencio, y es ahí cuando encuentras la respuesta a todas las preguntas, preguntas que ni te habías formulado y respuestas que no sabías que podías obtener. En la parada siguiente se bajó el Amor...



Un año después nos encontramos en la misma parada en la que nos habíamos visto por ultima vez, como dos amigos lejanos que vuelven a encontrarse por casualidad nos sentamos juntos. Esta vez todo parecía más claro, todo era brillante, el sol se parecía mucho al de aquella tarde, pero las nubes se habían ido. Mi viejo amigo parecía confundido, le tome la mano, y como quien no hace preguntas pero espera respuestas, sólo le dije: déjame contarte todo lo que sé sobre el Amor.




Autora: Carolina Celayo

Comments


© 2017 creado por Carolina Celayo. Con wix.com

  • Facebook - Black Circle
  • Twitter - Black Circle
bottom of page